Intréprete: King Crimson
Título: Red
Género: Rock Progresivo
Año: 1974
Hablar de un disco de King Crimson no es fácil y menos decidirte por uno, si que es cierto que en la carrera de King Crimson existen unos álbumes en concreto que suponen un giro, un punto de inflexión, Red fue uno de esos, un disco muy importante, incluso para el propio Fripp, a pesar de eso “la tercera reencarnación del Rey Carmesí” , el denominado Mark III (formado por Robert Fripp, Bill Bruford, John Wetton, David Cross & Jaime Muir), se disolvió dos meses antes de salir a la luz el disco, tras este álbum King Crimson permaneció inactivo desde 1974 hasta la aparición de la siguiente “reencarnación” en 1981 con un rompedor Discipline.
Red es uno de los trabajos más compactos de la banda, abarca todos los conocimientos y experiencia adquiridos hasta la fecha y además está evolucionado, va más allá del fabuloso y rompedor Lark’s Tongue In Aspic, nos podemos encontrar desde rock hasta jazz pasando por una balada de los más delicada a otra de lo más agónica, siempre con el sello que caracteriza al grupo y con esa forma de trabajo impecable.
En este disco de despedida, Fripp y compañía cuentan con colaboradores de las anteriores formaciones en determinados fragmentos:
David Cross: Violin
Mel Collins: Soprano Saxophone
Ian Mc Donald: Alto Saxophone
Robin Miller: Oboe
Marc Charig: Cornet
El tema que abre el disco destila un aire (inevitablemente evidente) a su predecesor Lark’s Tongue In Aspic, pero con un sonido renovado, utilizando una fórmula nueva… que permite escuchar ese estilo “Crimsoniano” nota a nota manteniendo esa tensión característica, esos matices “Frippianos” cada instante, en los que parece fundir la matemática con la locura minuto tras minuto.
La estructura también es muy sencilla, consiste en un riff de guitarra intenso y sencillo… pero pesado, agónico y a la vez demoledor, una serie de variaciones se van sucediendo sobre el mismo, marcando ese ritmo que parece ir más lento de lo que es en realidad, da la sensación de estar alargando el sufrimiento de aquel que intenta escapar de una pesadilla, hasta llegar a un interludio, que aunque parece un refugio para el oyente, no deja de ser otra trampa más con la que Fripp lo atrapa y lo hipnotiza... hasta dejarlo otra vez presa del “riff persecutorio”.
2. Fallen Angel [06:00]
Fallen Angel abre de forma majestuosa con Fripp al melotrón dando paso a lo que va a ser una balada (en este disco será lo que más nos recuerde a las anteriores formaciones de King Crimson, en cuanto a instrumentación y sonido), la canción se va desarrollando al principio de forma pacífica con la voz tranquilizadora de John Wetton hasta llegar el riff de guitarra de sonido malévolo y endemoniado, y la voz dulce de Wetton se transforma en un lamento, al que se suma la corneta, el saxo y una guitarra que suena como una cuchilla… creando un ambiente hostil y trágico que acompañan al desgraciado estribillo que grita … Faaalleeen Aaaangeeeel!!!
Este tema surgió de una improvisación durante la gira de su anterior album, como podremos observar las únicas aportaciones totalmente novedosas a este album son Red y One More Red Nightmare.
3. One More Red Nightmare [07:07]
Otro tema cuyo inicio es impresionante, comienza con un riff siniestro que parece el resurgimiento y la evolución de Red, a este riff le sigue un Bruford a la batería que deja atónito a todo aquel que intente llevar el ritmo, una maravilla la batería en este corte, Bruford da una clase magistral de lo que es llevar el ritmo y “jugar al despiste” con él, en el momento que entra la voz de Wetton la canción empieza a cobrar un tono más tranquilizador y dinámico para luego retomar ese ritmo que entrecorta la respiración de todas sus “víctimas” (los que lo escuchamos), en el ecuador nos encontramos con una sección más improvisada en la que toman protagonismo los saxos que le dan un toque jazzero y toda una serie de frases a la guitarra acompañadas de una percusión que a veces suena como si estuvieran atizando a algo/alguien con una correa, el riff principal y la melodía principal se retoman posteriormente y las saxos vuelven de forma magistral haciendo toda una serie de malabarismo haciendo de este tema algo más que simple rock progresivo, aportan una gran riqueza en cuanto a lo musical y un grado de elegancia superior.
Como anécdota comentar que Bruford en este tema hace uso de un plato roto (que tomó “prestado” del grupo que había ensayado anteriormente y lo habían desechado, Bruford que tenía una política de ahorro estricta (ya que él era el que llevaba las cuentas del grupo) lo usó… y la verdad es que el sonido resultó peculiar.
4. Providence [08:08]
Providence, se trata de una improvisación de poco más de ocho minutos, el sonido esta tomado del recital que dieron el 30 de Junio de 1974, Providence, Rhode Island, el último minuto no sfue incluido en el album además que su sonido fue depurado en el estudio. En este tema podemos escuchar a David Cross (antes de ser expulsado de esta formación...) introduciendo una especie de melodía a la que se van sumando el resto de componentes, cada uno de ellos intentando tomar un "protagonismo" y rompiendo el esquema del resto hasta ganar el más fuerte, en este caso es Bruford que consigue unificar el caos (casi a mitad de tema) y hacer de esta improvisación un algo, una unidad... me resulta muy interesante este tema porque se va desarrollando y va tomando forma desde la nada, desde el silencio absoluto y esto es lo que lo hace especial, aunque por supuesto rodeado de cuatro joyas que lo único que le hacen es sombra y le quitan el valor que tiene. Para escuchar este tema sugiero ponerse en la piel de uno cualquiera de los músicos y pensar qué es lo que harías en su lugar, cuál sería el siguiente paso, intentar anticiparte a lo que vas a escuchar, cómo te adentrarías en esa maraña de sonidos y darle sentido a lo que haces, cómo lo harías delante del público espectante y cómo justificas esto que la gente está escuchando ya que te lo estas sacando de la manga... y la gente esta pagando por un producto... sin embargo ese producto no lo tienes preparado... ahí está el valor de la improvisación, el sacarla nota a nota adelante y el sorprender tanto al resto como a tí mismo.
Respecto al sonido tiene ciertos toques vanguardistas (me recuerda a la música de algunos compositores contemporáneos que juegan más con “ruiditos”, sensaciones, atonalidades, minimalismo…) también destaca el papel de Wetton al bajo sobre el resto, Fripp se limita a crear una atmósfera tensa que nos saca de quicio, mientras que Bruford nos desconcierta con su espectacular sentido del ritmo. Quizá el tema menos destacable de este álbum tan redondo o quizá debería decir el tema más “duro de escuchar”. En todo caso no tiene desperdicio.
5. Starless [12:18]
Y llegamos al tema estrella, un tema épico dentro de este género y dentro de la discografía de King Crimson, un tema que ya venían tocando en la gira anterior antes de editar el disco. Starless, comienza con una atmósfera creado por el melotrón y Fripp a la guitarra asomando tímidamente con una melodía preciosa, sutil y delicada exquisita para el oído a esta le sigue Wetton entonando pura poesía que resulta deliciosa al oído y sobre todo por el acompañamiento de saxo que le da un toque de intimidad a la par que un tono de pesadumbre y tristeza como muestra la letra:
Sundown dazzling day
Gold through my eyes
But my eyes turned within
Only see
Starless and bible black
Ice blue silver sky
Fades into grey
To a grey hope that oh years to be
Starless and bible black
Old friend charity
Cruel twisted smile
And the smile signals emptiness
For me
Starless and bible black.
Al terminar la sección vocal empezamos a escuchar una especie de “tintineo” por parte de Fripp, el bajo nos va guiando por esa oscuridad bíblica, entonces empezamos a escuchar sonidos metálicos que se van acercando y chirriando como si del frenazo de un tren tratase, a éste, se le añade el sonido de una especie de campanillas, dan una sensación de espera, una espera incómoda y que poco a poco se va haciendo más larga, más tensa, por momentos da una sensación de agobio e incluso inquietud y la mantienen a tope hasta explotar en una especie de clímax histérico... esto desemboca en una especie de jam jazzera, que conecta directamente con la melodía principal de Starless de forma muy sutil, para dar otro bandazo e impresionarnos con otra improvisación alocada y esta vez sí… centrarse en el colofón, el climax final, el increíble final, impresionante final… final conmovedor, se trata de un final emocionante… un final de película, un final dramático… un final para poner los pelos de punta.
Impresiones:
Este post es una colaboración de Cristian Gil y aparece originalmente en su blog Belleza sin Palabras
muy buena reseña, se parece mucho a lo que siento cada vez que escucho este disco (y que son muchas veces)
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