jueves, 25 de junio de 2009

Crónicas de Nueva Crimsoniana - Neurotica

Caos, desorden, movimiento, alboroto, vorágine, inestablidad. Es la jungla de la gran ciudad.

Alguna vez escuché por ahí que, a una ciudad se le puede llamar tal, cuando se escuchan sirenas. En esta canción, Fripp lo logra con la guitarra. No sé por qué, pero Neurotica me traslada a Nueva York, donde la gente te traga, te empuja, te lleva, te mueve. Donde uno deja de ser uno, para volverse multitud, para volverse una masa de pies que andan sin parar, no sé si para llegar a algún lado, pero es un movimiento constante. Es una jungla. Y Belew nos habla de la fauna que habita en estas calles con su flora de neón, tratando de defenderse con sus garras. Porque es más que evidente, como en toda selva, que predomina la ley del más fuerte. Bruford marca el compás de nuestros pasos, a veces rápido, otras (aparentemente) desacompasado, pero siempre apurado, presuroso, estresado, como queriendo llegar ya a ninguna parte, los platillos son la multitud en la que nos perdemos, los motores que vuelan a través nuestro.

Es complicado seguirle el hilo coherente a Belew, un trabalenguas aparentemente sin sentido que corre, cual guepardo, y nos traslada a la realidad de las calles en ebullición. Tiene que ser Nueva York. Donde el mundo se concentra como en un puño. Todos los colores en una esquina, todas las sangres en un minuto.

Y se detiene, por fin, un respiro. Un suspiro, es la lluvia, el calor, no dura mucho, vuelve a salir. Quizá fuimos a por un café, descafeinado, con leche de soya y caramelo. El movimiento es parte esencial en esta crítica inestabilidad de las noches de luz y sonido.

Si esta canción fuera una pieza de jazz, Belew sería el perfecto saxofón neurótico.

miércoles, 17 de junio de 2009

Man With an Open Heart (Three of a Perfect Pair, 1984)


Ella entró con sus locuras en el corazón abierto de un hombre y no pudo salir más

Model Man (Three of a Perfect Pair, 1984)


Los signos, señales y silencios tensionan la mente del magnífico hombre imperfecto

Neurotica (Beat, 1982)


En este mundo neuróticamente animal, no tengo garras para defenderme de la vorágine

sábado, 6 de junio de 2009

Crónicas de Nueva Crimsoniana - Starless

No deberían existir las noches sin estrellas.

Vaya canción. Rock progresivo del bueno. Una obra maestra. Rock oscuro al inicio, como para recostarse debajo de la bóveda del cielo sin estrellas y dejarse arrastrar a ningún lugar infinito, llevando el deseo más allá de lo que nuestra melancolía pueda alcanzar.

Wetton, oh, Wetton de mis encantos. Tu voz rompe mezclándose con un saxofón misterioso, nocturno y triste como la noche vacía. Un pronóstico del tiempo que me resulta más que conocido. Cielo gris y sin futuro, nostálgico y quejoso como el grito de la biblia negra.

Fripp empieza a construir su esquizofonía. Dos notas, dos notas, dos notas. Para muchos intolerable, para otros, una escalera , un presentimiento, se acerca la lluvia, no hay estrellas, está oscuro, tenebroso, negro, camina rápido, te persiguen, avanza, no mires atrás, te alcanzan. Dos notas, dos notas, dos notas. Empiezan los truenos en los platillos, camina, corre, vuela, más truenos, oyes los pasos atrás, caen las primeras gotas, truenos, no te detengas, no respires, llueve, casi puedes sentir que te tocan la espalda, mira adelante, no tropieces. Dos notas, dos notas, dos notas. Llueve, todo está borroso, opaco, apúrate, acelera, que no llegas, que te atrapan, llueve, sopla el viento, frío, oscuridad, vacío, agua, truenos, luz, apresúrate... Muy tarde, te han cogido ya. Desorden, ira, locura, destrozos, armonías, pasiones, la oscuridad hecha sangre, la lluvia hecha dolor, los truenos hechos pasión. Te sueltan, huye. Te atrapan, sufre. Y vuelve a empezar. La lluvia es testigo, porque las estrellas no están para acompañarte.

Lounge VROOOM (ProjeKct Two, Live in Chicago)


A veces la elegancia va contra la fuerza