Rompen Bruford y Levin la calma, introduciéndonos en una especie de niebla espesa y voluptuosa. Es tan placentero dejarse envolver.
Para algunos, esta canción es una gran representación de la influencia popera de Belew. No importa. Es una balada riquísima, sin ser romántica, es realmente un deleite para los oídos. Tanto musical como textualmente, es un llamado a la desesperación, al ansia, al vacío, al pánico. Un día de lluvia que no quiere terminar, mientras se espera la salida del sol, confusión y melancolía.
Fripp se filtra en el sonido del intermedio en una paranoia tipo Starless, con un trueno de Bruford. Y Belew nos cautiva otra vez. Son tantos los matices de esta canción, que es imposible no perderse en la jungla de sonidos, identificar cada uno de los instrumentos y lo que ellos transmiten.
Es tan difícil escucharla sólo una vez. Esta nueva crimsoniana debe confesar que viajó por lugares imposibles al escribir esta crónica, escuchando (por lo menos) seis veces lo que sólo sucedió una vez.
Para algunos, esta canción es una gran representación de la influencia popera de Belew. No importa. Es una balada riquísima, sin ser romántica, es realmente un deleite para los oídos. Tanto musical como textualmente, es un llamado a la desesperación, al ansia, al vacío, al pánico. Un día de lluvia que no quiere terminar, mientras se espera la salida del sol, confusión y melancolía.
Fripp se filtra en el sonido del intermedio en una paranoia tipo Starless, con un trueno de Bruford. Y Belew nos cautiva otra vez. Son tantos los matices de esta canción, que es imposible no perderse en la jungla de sonidos, identificar cada uno de los instrumentos y lo que ellos transmiten.
Es tan difícil escucharla sólo una vez. Esta nueva crimsoniana debe confesar que viajó por lugares imposibles al escribir esta crónica, escuchando (por lo menos) seis veces lo que sólo sucedió una vez.
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